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miércoles, 7 de marzo de 2012

Localización de aplicaciones médicas

AppleWeblogAplicacionesMedicas

Hasta hace no mucho cuando se decía que una aplicación médica estaba en proceso de localización casi siempre nos referíamos al hecho de localizar y adaptar el software interno (firmware) o el externo (aplicación o programa informático independiente e instalable en un sistema operativo de terceras partes) asociado con un dispositivo médico concreto (una gammacámara, un electrocardiógrafo, etc.). Si hablábamos de una aplicación externa rápidamente asociábamos dicha aplicación a un entorno Windows o Mac sobre el que se ejecutaba dicha aplicación, así como su interfaz con el dispositivo médico o de laboratorio.

Esta realidad está cambiado a marchas forzadas de la mano, sobretodo, de los smartphones y tabletas, esos inteligentes compañeros de los ciudadanos TIC. Incluso el sistema operativo sobre el que se ejecutan estos programas y aplicaciones ha cambiado y ahora Android e iOS han pasado a ser los nuevos soportes digitales para dichas aplicaciones (apps). Si bien la ley española y comunitaria (véase una entrada anterior en esta misma bitácora http://tradprodsan.blogspot.com/search/label/bases%20legales) estipula que las aplicaciones de software que formen parte de un dispositivo médico deben estar localizadas al idioma oficial del estado en el que se comercializan, estas pequeñas apps escapan un poco a esa jurisprudencia, pues muchas de ellas son de uso privado, entre profesionales médicos concretos y sin vinculación directa con un dispositivo médico concreto.

En general estas aplicaciones son de bajo coste o gratuitas, lo que hace que sus creadores no apuesten por un gasto (visto como una commodity) en localización, incluso cuando las ventajas de difusión y expansión son claras. Es más, en muchos casos ni siquiera los creadores de las aplicaciones más profesionales tienen entre sus principales objetivos la localización de sus programas, siendo en muchos casos una verdadera pena que un esfuerzo de programación enorme no se vea difundido entre un mayor número de profesionales.

Es evidente que para los traductores médicos existe un amplio campo de operaciones en este sector, ya que el 80 por ciento de dichas aplicaciones se genera exclusivamente en inglés y deberíamos intentar "presionar" para que la tendencia hacia la localización de estos programas sea una constante y no una esporádica explosión de "generosidad lingüística". Evidentemente no es lo mismo hablar con un desarrollador de una aplicación de bajo coste o gratuita que con una gran empresa de software que desarrolla programas comerciales (ya sea para equipos tradicionales, o para dispositivos móviles). Las necesidades, los presupuestos e incluso la infraestructura suele ser muy diferente.

Mi experiencia es que antes de abordar a los grandes desarrolladores deberíamos intentar contactar con los pequeños jugadores y ofrecerles nuestra colaboración para la difusión de sus aplicaciones en el mercado de nuestro idioma. Estos pequeños desarrolladores, en su mayoría suelen ser receptivos y la colaboración, si bien podría no reportarnos ingresos "sustanciales", si podría engrosar nuestro bagaje técnico y que nuestro nombre apareciera en los créditos del programa, una especie de acreditación legal de nuestra participación.

Creo que el tema da para mucho más y tengo intención de intentar mostrar cómo desde un Mac o un PC se pueden localizar aplicaciones para IOS y Android, lógicamente nos centraremos en aplicaciones para el sector médico.

 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Translating within Photoshop, yes we can!

After a long delay, a whole year without updating my blog, I've come back with a strong will to last, so I'll try to fill in these pages with personal views from my daily experiences translating medical devices texts.

I've decided to begin pointing out a extremely time consuming part of the localization project, and how a tiny application I discovered a few weeks ago can make your task easier and painless.

Translating Photoshop images.

Many times medical devices manuals, brochures or spec sheets include certain figures, graphics, photographs with labels, tags, etc. Of course this is not applicable only to medical devices literature, but also to ANY technical documentation, and many times those images are (or could be) provided in Photoshop (PS for short) file format. As a photograph geek I do usually use PS for photo treatment tasks but I was reluctant to use the software for the texts included with the images.

This text handling is usually a task we, as translators are not used to do, probably because our customers have their own DTP staff and artwork people to insert our translations, but what about if your customer is the final end customer? Of course you can always outsource the task of inputting your translations....I do prefer enjoying the whole envelope and made some tries... frustrating at first... time consuming and not worthy ...to say the least.

However a few week ago I found a tiny application, a PS add-on which makes possible to extract the text from within the text layers of the PS files in such a way that you can even treat them with your usual CAT tool and afterwards you are able to reinsert the texts in the images again, transparently, automatically, "magically".

Of course, when translating into Spanish from English you should open and check your newly created images for text clipping, overlapping, and so on because of the 15-20% extra longer texts, but this is easier than translating from scratch and erasing the original English texts... isn't it?

This extraordinary piece of software can be found at http://www.bram.us/?s=psd2txt&x=0&y=0

It is an smart script for Photoshop working both for Windows and Mac version of the Adobe software. Once you test it you'll wonder how survived without it.

domingo, 2 de enero de 2011

Localización del firmware

Graphic_LCD_Display.jpg

Traducción del firmware en dispositivos médicos

 

Firmware, según el diccionario de Javier Collazo Inglés-Español de informática, computación y otras materias afines tiene diversas acepciones, entre ellas la de:

 

1. Programería incorporada en forma estable e imborrable;

 

2. Instrucciones programáticas puestas en forma más o menos permanente en la memoria de control;

 

3. Memoria de solo lectura [ROM] microprogramada.

 

El firmware es el término usado para describir el software almacenado en los dispositivos de hardware. Este software incluye programas o datos almacenados en la Memoria de solo lectura (ROM) de un dispositivo. Parte del firmware lo componen los mensajes mostrados en las pantallas LCD de los diversos dispositivos.

Existen diversas cuestiones a tener en cuenta al localizar los textos que aparecen en las pantallas LCD. El texto traducible habitualmente se almacena en código fuente C. Una vez traducido el texto, los archivos fuente deben compilarse y los resultados se prueban en el dispositivo de hardware. Los aspectos más importantes aquí son las restricciones de longitud y el soporte de caracteres:

 

Restricciones de longitud: las opciones de expansión de texto son bastantes limitadas en una pantalla LCD. Debe realizarse un comentario para el traductor acerca de la máxima longitud de las cadenas de texto. Hay que tener en cuenta las diversas longitudes de las traducciones/idiomas aplicables al dispositivo.

Soporte de caracteres: este depende principalmente del firmware (el motor que muestra el texto en la LCD) que se utilice. Por ejemplo, si el firmware no admite caracteres acentuados, el fabricante del firmware deberá actualizar a otra versión del firmware que soporte caracteres acentuados. La posibilidad de errores por la falta de caracteres acentuados debe tenerse en cuenta por parte del fabricante y actualizar el firmware para poder usar dichos caracteres.

 

Para probar el firmware localizado resulta importante disponer de un dispositivo que ejecute el firmware además de una utilidad que permita al usuario cargar el firmware compilado en el dispositivo. También es posible usar emuladores que simulan en un PC/Mac la pantalla LCD del dispositivo.

 

Todos estos aspectos son importantes en la localización de productos sanitarios que dispongan de firmware localizable ya que, por su propia naturaleza no es posible disponer de ayuda en pantalla (o muy restringida) y es necesario que los mensajes y opciones estén claramente identificadas para evitar posibles malas interpretaciones.

En mi experiencia, la traducción del firmware resulta más compleja cuanto menos consciente es el fabricante del mismo de los aspectos de localización más evidentes: por ejemplo la limitación excesiva de caracteres que obliga, con frecuencia a acortar las palabras de forma poco natural, el formato de fechas que se debe mantener en un formato no habitual (MM/DD/AA), etc.

Lo más gratificante, en mi opinión, es la posibilidad de probar en el propio dispositivo el firmware localizado y compilado.

 

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un proyecto de oftalmología: ejemplo buena gestión

Batallitas terminológicas I

Con frecuencia los productos que deben localizarse hacen referencia a uno o varios campos especializados y temas innovadores (nuevas técnicas, nuevas aplicaciones de técnicas anteriores, etc) para los que aun no existe o no se ha establecido la terminología en la lengua meta. Por ello la terminología (glosarios monolingües o bilingües) deben crearse ANTES de iniciar el proceso de localización y traducción. Incluso aunque la materia sea de largo conocida, mi opinión es que se establezca un glosario aprobado (por el cliente) sobre el que trabajar y al que recurrir en caso de dudas, conflictos, discrepancias, etc.

Recientemente he tenido el gusto de trabajar con una empresa norteamericana que, para la localización de un programa informático sobre oftalmología y su aplicación en la detección precoz de enfermedades oftalmológicas, comprendió que antes de nada había que empezar por los cimientos (como toda casa que pretenda perdurar)...¿pero cómo hacerlo?

Lo primero les pedí una descripción del programa y sus objetivos, a quién iba dirigido y módulos que incluía (administración de pacientes, captación de imágenes médicas, visualización, manipulación y medición en las imágenes, gestión de las misma y finalmente creación de informes médicos).

Con esta descripción y el propio programa instalado en el ordenador pude comenzar a elaborar el glosario bilingüe a partir de una lista de términos proporcionado por el creador del programa y a la que añadí ciertos elementos no incluídos en el primer listado.

¿Cuántas veces hemos querido hacer esto y no hemos podido o no nos han dejado? Al menos yo, muchas veces. Más de las que quisiera. Porque lo habitual es que comience a traducirse sin un mínimo de consenso en la terminología, a la que muchas empresas de localización (y no digamos de distribución/creación de software) prestan mucha atención.

El siguiente paso es traducir la Interfaz del usuario (GUI) teniendo acceso simultáneo a la Ayuda en línea del programa ya que estos elementos de la interfaz siempre están incluidos en la Ayuda como elementos indexado. Por supuesto estos elementos de la GUI deben incorporarse al glosario para su posterior reutilización en la traducción de la propia ayuda o de la documentación impresa si la hubiera.

Finalmente se tradujo la Ayuda en línea que pudo hacerse con bastante celeridad puesto que tanto el glosario como la interfaz estaban bien definidos y comprobados.

Aunque parece de "cajón" que este deba ser el proceso estándar y definido para la localización de cualquier producto informático, no es menos cierto que, por presiones de tiempo, presupuesto u otros, termina llevándose a cabo traducciones sin el debido control y sin base terminológica a la que adherirse.

Yo, al menos he tenido la suerte de que mi cliente quiso y supo escucharme y entender mi postura...moraleja:

Si se plantean debidamente, ciertas peticiones a ciertos clientes acaban llegándole al núcleo pensante...y con un poco de suerte te dejan poner en práctica aquello que tantas veces habías planificado.

Un saludo